Diversidad y tradición en la mesa Iberoamericana: Mansión Matilde como representante de Cuenca
La ciudad de Cuenca se viste de gala para la Cumbre Iberoamericana, un evento que reúne a jefes de Estado y dignatarios de toda la región. En esta ocasión, la gastronomía jugará un papel fundamental como puente de conexión entre culturas. Mansión Matilde, un referente de la alta cocina en Cuenca, asume con orgullo el reto de ser embajadora del sabor ecuatoriano, destacando la riqueza y diversidad culinaria del país.
Teresa Flandoli, administradora de Mansión Matilde, subraya la responsabilidad compartida de todos los cuencanos al recibir a los asistentes de la Cumbre. “El éxito del evento no se atribuirá a una empresa o institución en particular, sino a Cuenca como anfitriona. Por eso, nuestro compromiso es trabajar con calidad y en conjunto para que la ciudad brille como destino”, explica.
Este enfoque trasciende los límites de un restaurante, hotel o museo; se trata de mostrar la esencia de una ciudad que fusiona tradición y modernidad en cada experiencia que ofrece.
La cocina de Mansión Matilde refleja el alma del Ecuador, con una carta que rescata los sabores cotidianos del Azuay y los combina con ingredientes y técnicas de otras regiones del país. Desde los platos tradicionales de la costa hasta interpretaciones modernas de recetas ancestrales, el restaurante busca capturar la esencia de una cultura culinaria tan variada como el territorio ecuatoriano.
“Lo que ofrecemos en nuestra carta no ha cambiado para la Cumbre porque creemos que ya representa lo mejor de la gastronomía ecuatoriana: colorida, intensa y sabrosa. Estamos seguros de que nuestros visitantes se deleitarán con cada plato”, asegura Flandoli.
La gastronomía como lenguaje universal
La inclusión de la gastronomía en un evento de alto nivel como la Cumbre Iberoamericana no es casualidad. Según Flandoli, la cocina de un lugar cuenta historias, refleja valores y conecta a los visitantes con la esencia del destino. “Cuando uno viaja, busca descubrir en los sabores representativos de un lugar su verdadera identidad. La gastronomía es parte de la vida de un pueblo, y eso queremos compartir con el mundo”, añade.
Mansión Matilde no solo representa a Cuenca en esta ocasión, sino que también forma parte de un movimiento más amplio que busca posicionar la gastronomía ecuatoriana en el escenario internacional. Con una riqueza de ingredientes únicos y una generación emergente de chefs creativos, la cocina ecuatoriana está evolucionando hacia propuestas innovadoras que rescatan sabores olvidados y los transforman en experiencias inolvidables.
“La variedad y calidad de nuestros productos, junto con la creatividad en su elaboración, son nuestras fortalezas. Estamos seguros de que la gastronomía ecuatoriana tiene todo para brillar en eventos internacionales”, concluye Flandoli.
Un mensaje desde el corazón de Ecuador
Mansión Matilde transmite a través de sus platos un mensaje claro: orgullo por las raíces, respeto por los ingredientes y pasión por compartir la cultura ecuatoriana. En el contexto de la Cumbre Iberoamericana, este restaurante no solo alimentará a los asistentes, sino que también les ofrecerá una muestra del alma de Ecuador, reflejada en cada sabor, aroma y presentación.
Con iniciativas como esta, Cuenca se consolida como un destino que no solo atrae por su historia y arquitectura, sino también por su capacidad de contar historias a través de su cocina, demostrando que la gastronomía es, sin duda, un arte que trasciende fronteras.
Javier Ortiz
Soy ingeniero en telecomunicaciones y diseñador gráfico con más de 25 años de experiencia en el ámbito editorial y de desarrollo web. Mi formación abarca estudios en gastronomía, artes plásticas, Física y Tecnología de redes CISCO, lo que me ha permitido desarrollar una visión integral y multidisciplinaria en todos mis proyectos.
A lo largo de mi carrera, he tenido la oportunidad de desempeñarme en roles de Gerencia de Marketing y coordinación de publicaciones tanto en el ámbito académico como en el comercial. Mi pasión por la gastronomía y el turismo de Ecuador me ha llevado a coordinar múltiples proyectos digitales para su promoción, buscando siempre resaltar las maravillas culinarias y turísticas de nuestro país.
Además de mi trabajo editorial, soy un entusiasta de la tecnología blockchain y web3, áreas en las que continuamente me actualizo y busco integrar en mis proyectos. Como artista plástico, encuentro en el arte una forma de expresar mi creatividad y aportar una perspectiva única a cada uno de mis trabajos.
Actualmente, soy el director propietario de la agencia de publicidad digital Javier Ortiz Soluciones Digitales, donde lidero un equipo comprometido con la innovación y la excelencia en cada proyecto. En Buen Gusto Magazine, aplico toda mi experiencia y conocimientos para ofrecer contenido de alta calidad que refleje la riqueza gastronómica y cultural de Cuenca y Azuay.