La María, una cocina sin paradigma
Desde su inauguración en febrero de 2021, La María se ha posicionado como un faro de creatividad en la gastronomía ecuatoriana, invitando a los comensales a experimentar una “cocina libre” que respeta y eleva los ingredientes locales y nacionales. Este innovador restaurante, ubicado en las calles Benigno Malo 5-16 y Calle Larga, en una casa patrimonial en la ciudad de Cuenca, transforma la esencia de la cocina ecuatoriana al fusionar tradiciones con técnicas culinarias aprendidas en algunas de las mejores cocinas del mundo.
En La María, la filosofía de la cocina libre se expresa con la frase “sin ataduras”. Este espacio las recetas no están escritas en piedra. Los chefs, como verdaderos artistas, desafían las expectativas y se permiten jugar con los sabores, creando platos que conectan. ¿Te imaginas un locro tradicional combinado con pulpo? ¿O empanaditas de maíz rellenas de cuy? Cada una de estas creaciones rinde homenaje a la herencia culinaria del país, reinterpretando lo clásico con un toque innovador y audaz.
El concepto de La María nació del deseo de sus fundadores, Verónica, Mariela, Manolo y Ronald, de romper con las limitaciones de la cocina convencional. Tras más de 15 años de experiencia en cocinas locales, nacionales e internacionales, decidieron que era el momento de expresar su propia visión, creando un espacio donde la creatividad y la libertad guían cada plato. Su propuesta gastronómica se adapta constantemente a los ciclos de la tierra y a la frescura de los ingredientes proporcionados por productores locales.
La conexión con los productores es fundamental. Un claro ejemplo es que La María colabora estrechamente con agricultores como Don Manuel Narváez, cuyas papas nativas son cultivadas con esmero en la provincia de Cañar. Este compromiso con la sostenibilidad no es solo una tendencia; es una parte integral de su responsabilidad social. Al priorizar la calidad sobre el precio y retribuir a las comunidades lo que reciben de ellas, La María honra la riqueza de su tierra y de su gente.
Disfrutar del menú en La María es una experiencia sensorial que amalgama modernidad y tradición. Cada rincón del restaurante ha sido diseñado cuidadosamente, en una celebración del arte y la cultura de Cuenca. Desde los platos que se sirven hasta la coctelería, que incluye destilados ecuatorianos como el Miske y el Ron Lavadel, producido por una asociación de mujeres en Cañar, quienes han elevado el aguardiente de caña, tradicionalmente vinculado a productos de baja calidad, a un nivel de excelencia mundial. Así, cada trago y cada bocado son un homenaje a la riqueza cultural y gastronómica de Ecuador.
La cocina libre de La María no solo transforma ingredientes, sino que también transforma expectativas. Todos sus platos y bebidas son una reinterpretación de sabores tradicionales, una invitación a explorar la riqueza de la gastronomía ecuatoriana a través de combinaciones inesperadas. La María se erige como un lugar donde la historia se vive a través del sabor, un espacio donde la audacia de lo nuevo se entrelaza con el profundo respeto por la cultura.
En La María, la cocina es un arte sin ataduras, una celebración del sabor de la tierra y la libertad de crear, sorprender y deleitar. Cada visita es un viaje que promete una nueva experiencia, un homenaje a la esencia de Ecuador y un guiño hacia el futuro de la gastronomía.
Esta es la cocina de La María: una celebración del arte de cocinar sin ataduras, donde el sabor de la tierra se combina con la libertad de explorar, sorprender y deleitar.
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Javier Ortiz
Soy ingeniero en telecomunicaciones y diseñador gráfico con más de 25 años de experiencia en el ámbito editorial y de desarrollo web. Mi formación abarca estudios en gastronomía, artes plásticas, Física y Tecnología de redes CISCO, lo que me ha permitido desarrollar una visión integral y multidisciplinaria en todos mis proyectos.
A lo largo de mi carrera, he tenido la oportunidad de desempeñarme en roles de Gerencia de Marketing y coordinación de publicaciones tanto en el ámbito académico como en el comercial. Mi pasión por la gastronomía y el turismo de Ecuador me ha llevado a coordinar múltiples proyectos digitales para su promoción, buscando siempre resaltar las maravillas culinarias y turísticas de nuestro país.
Además de mi trabajo editorial, soy un entusiasta de la tecnología blockchain y web3, áreas en las que continuamente me actualizo y busco integrar en mis proyectos. Como artista plástico, encuentro en el arte una forma de expresar mi creatividad y aportar una perspectiva única a cada uno de mis trabajos.
Actualmente, soy el director propietario de la agencia de publicidad digital Javier Ortiz Soluciones Digitales, donde lidero un equipo comprometido con la innovación y la excelencia en cada proyecto. En Buen Gusto Magazine, aplico toda mi experiencia y conocimientos para ofrecer contenido de alta calidad que refleje la riqueza gastronómica y cultural de Cuenca y Azuay.