Cúpulas Azules, inaugurado en 2019, es el restaurante insignia del Hotel Cruz del Vado, ubicado en La Condamine 12-56 y Tarqui, en pleno centro histórico de Cuenca. Situado en el tercer piso del hotel, este exclusivo espacio combina a la perfección una propuesta gastronómica sofisticada con vistas panorámicas únicas de la ciudad, que abarcan desde las modernas calles de Cuenca hasta las majestuosas cúpulas de la emblemática catedral nueva.
El restaurante se distingue no solo por su exquisita cocina, sino también por un ambiente cuidadosamente diseñado que armoniza elementos modernos y detalles tradicionales. Sus amplios ventanales inundan el espacio de luz natural, mientras que la terraza ofrece vistas imponentes, creando el escenario ideal para un recorrido culinario que resalta la diversidad y la riqueza cultural del Ecuador.
Recientemente galardonado con el prestigioso sello Cuenca Capital Culinaria en la categoría Innovación con Identidad Cultural, Cúpulas Azules se ha consolidado como un referente de excelencia culinaria. Este reconocimiento refleja el compromiso del equipo liderado por Fernando Arévalo, Chef Ejecutivo, con la constante búsqueda de innovación, sin perder el respeto por las tradiciones y la identidad cultural.
“Este reconocimiento refleja el esfuerzo e investigación que dedicamos a nuestros platillos y la incansable búsqueda de la excelencia que nos lleva a trabajar día a día por dar lo mejor a nuestros clientes”, afirma Fernando. Este logro impulsa al equipo de Cúpulas Azules a continuar explorando nuevas maneras de reinterpretar los sabores ecuatorianos, elevándolos a un nivel gourmet que cautiva tanto a locales como a visitantes internacionales.
El menú de Cúpulas Azules está diseñado como un viaje gastronómico por las provincias de Ecuador. Cada día, los comensales tienen la oportunidad de descubrir platos que representan la riqueza cultural y los sabores autóctonos de una región distinta. Desde los gnocchis de zanahoria blanca, que reinterpretan ingredientes tradicionales, hasta el ossobuco con base de seco y demi-glace, los platos combinan técnicas modernas con un profundo respeto por las raíces locales.
“Buscamos lograr la profundización del sabor en cada platillo, respetando la esencia de nuestras recetas tradicionales”, comenta Fernando. Esta filosofía se traduce en una propuesta dinámica y educativa que invita a los comensales a redescubrir la diversidad del país a través del paladar.
Para el equipo, recibir este reconocimiento ha sido un estímulo significativo. “Nos llena de entusiasmo saber que lo que nos proponemos genera el impacto que queremos en la ciudad”, afirma Fernando. El sello recibido no solo posiciona a Cúpulas Azules como un destino gastronómico imprescindible, sino que también promueve a Cuenca como una ciudad donde la tradición y la innovación destacan.
Los clientes quedan sorprendidos al experimentar la combinación de innovación y tradición en cada plato. Ingredientes que muchos consideran comunes son transformados en creaciones únicas que deleitan y sorprenden. La atención al detalle y la narrativa cultural detrás de cada receta generan una experiencia inolvidable.
El restaurante no solo destaca por su cocina, sino también por su atmósfera incomparable. Con una decoración que mezcla elementos modernos y tradicionales, grandes ventanales que dejan entrar la luz natural y una terraza con vistas espectaculares, Cúpulas Azules se convierte en el lugar perfecto para disfrutar de momentos únicos.
Javier Ortiz
Soy ingeniero en telecomunicaciones y diseñador gráfico con más de 25 años de experiencia en el ámbito editorial y de desarrollo web. Mi formación abarca estudios en gastronomía, artes plásticas, Física y Tecnología de redes CISCO, lo que me ha permitido desarrollar una visión integral y multidisciplinaria en todos mis proyectos.
A lo largo de mi carrera, he tenido la oportunidad de desempeñarme en roles de Gerencia de Marketing y coordinación de publicaciones tanto en el ámbito académico como en el comercial. Mi pasión por la gastronomía y el turismo de Ecuador me ha llevado a coordinar múltiples proyectos digitales para su promoción, buscando siempre resaltar las maravillas culinarias y turísticas de nuestro país.
Además de mi trabajo editorial, soy un entusiasta de la tecnología blockchain y web3, áreas en las que continuamente me actualizo y busco integrar en mis proyectos. Como artista plástico, encuentro en el arte una forma de expresar mi creatividad y aportar una perspectiva única a cada uno de mis trabajos.
Actualmente, soy el director propietario de la agencia de publicidad digital Javier Ortiz Soluciones Digitales, donde lidero un equipo comprometido con la innovación y la excelencia en cada proyecto. En Buen Gusto Magazine, aplico toda mi experiencia y conocimientos para ofrecer contenido de alta calidad que refleje la riqueza gastronómica y cultural de Cuenca y Azuay.