La historia de La Guarida ubicada en las calles Mariscal Lamar y Luis Pauta comienza con Andrés Zambrano, un ecuatoriano cuya infancia estuvo marcada por las tradiciones culinarias de su tierra natal. Durante sus primeros 15 años, Andrés creció rodeado de la riqueza cultural de Cuenca, aprendiendo desde niño a valorar los sabores y las técnicas tradicionales. “Cocinar maíz en leña con mi abuela y aprender sus recetas caseras fueron momentos que definieron mi conexión con los sabores y raíces de mi ciudad. Esos recuerdos son el alma de lo que hacemos en La Guarida”, comenta Andrés.
Sin embargo, la vida llevó a Andrés a Nueva York, donde continuó su desarrollo personal y profesional en una de las ciudades más cosmopolitas del mundo. Allí, se graduó en artes escénicas, una experiencia que amplió su visión y lo introdujo a una diversidad cultural sin precedentes. En Nueva York, Andrés no solo perfeccionó su creatividad, sino que también descubrió el poder de la gastronomía como una forma de arte. Este entorno multicultural lo inspiró a fusionar influencias internacionales con las tradiciones ecuatorianas que lo habían acompañado desde su infancia.
Con esta visión, Andrés regresó a Ecuador para dar vida a La Guarida. Originalmente concebida como un espacio dedicado al arte, el cine, cabarets y galerías, la inclusión de la gastronomía surgió como respuesta a la demanda de los clientes por experiencias innovadoras donde sabores y arte se complementarán. Incluso incorporaron una galería de cerámica, consolidando la unión entre diferentes expresiones artísticas.
Con el objetivo de aprender y enriquecer su experiencia gastronómica, Andrés y su esposo emprendieron un recorrido por Latinoamérica, visitando más de 20 de los mejores restaurantes de la región, como Pujol, Central y Aramburu. Estas vivencias ampliaron su perspectiva y les dieron la confianza para desarrollar una propuesta que combina las raíces locales con las vanguardias internacionales
Creatividad y respeto por lo local
La filosofía de La Guarida se centra en la creación constante y en el respeto por los productos locales, Andrés y su equipo son los responsables de diseñar menús frescos que no solo deleitan a los comensales, sino que también honran los ingredientes de la ciudad. Este compromiso se refleja en platos como el carpaccio de remolacha, que combina puré de frijol blanco, ralladura de limón y reducción de vinagre balsámico, o la icónica coliflor crocante, inspirada en sabores asiáticos. Ambos platillos demuestran que la simplicidad, cuando se trabaja con honestidad, puede ser profundamente transformadora.
Este compromiso con los productos locales y el respeto por el medio ambiente ha sido reconocido con el prestigioso sello de Cuenca Capital Culinaria en la categoría de sostenibilidad, destacando a La Guarida como un referente en prácticas responsables y conscientes dentro del sector gastronómico.
La Guarida trabaja de la mano con asociaciones de productores para garantizar ingredientes frescos, de temporada y amigables con el medio ambiente. Esta colaboración refuerza su compromiso con la sostenibilidad y minimiza la huella de carbono, mientras que al mismo tiempo exalta los sabores auténticos del Ecuador.
Por otro lado, el equipo de La Guarida es fundamental para el éxito del proyecto. Andrés ha creado un ambiente de trabajo donde la disciplina, la limpieza y la creatividad son pilares esenciales. Cada mes, el equipo se reúne para planificar menús temáticos que se alineen con eventos culturales como proyecciones de películas o conciertos, asegurando que cada experiencia sea única.
Aunque La Guarida no participó directamente en la Cumbre Iberoamericana, desarrollaron una propuesta a la que nombraron ‘Anti Royals’, una contrapropuesta gastronómica que desafió los paradigmas tradicionales. Este menú demostró que es posible crear opciones innovadoras, sostenibles, deliciosas y accesibles para todos, dejando de lado la exclusividad y fomentando una experiencia gastronómica abierta e inclusiva. Con ello, reafirmaron su compromiso con la calidad, la sostenibilidad y una responsabilidad social que eleva la gastronomía a un nivel más consciente.
Reviviendo el barrio Convención del 45
Más allá de la gastronomía, Andrés ha liderado un inspirador proyecto de transformación social del barrio Convención del 45, históricamente estigmatizado como un lugar peligroso. Este estigma, asociado a la marginalización y al deterioro urbano, motivó a Andrés y su equipo a luchar contra esa percepción utilizando el arte, la cultura y el color como herramientas de cambio. Así nació la idea de crear una de las galerías urbanas más extensas de Cuenca, aprovechando las paredes manchadas del barrio como lienzos para transmitir un mensaje de esperanza y renovación.
En colaboración con jóvenes artistas urbanos, junto a talentos destacados como Jonathan Mosquera (Rayz), Pedro Álvarez (Fai), Edgar Segovia y Cristina Belén Quinde, los murales no solo transformaron las calles, sino que también involucraron a la comunidad en un proceso de diálogo y participación activa. Inspirados por el legado artístico del reconocido ceramista Eduardo Segovia, estas obras combinan tradición y modernidad, demostrando que el arte puede cambiar percepciones, revitalizar espacios y fortalecer los vínculos comunitarios. Este esfuerzo refleja el compromiso de La Guarida con la construcción de un entorno más inclusivo y vibrante para todos.
Expandiendo horizontes sin perder la esencia
Con solo 35 asientos, La Guarida mantiene su apuesta por la intimidad y la personalización, donde cada comensal es parte de una experiencia cuidadosamente diseñada. Andrés Zambrano, su fundador, sueña con enriquecer aún más la propuesta del restaurante, enfocándose en la creación de una cava de vinos excepcional y una barra de coctelería que destaque entre las mejores del país.
Estamos viviendo nuestros sueños”, comenta Andrés, quien ya cuenta con el título de sommelier de primer nivel otorgado por el WSET (Wine & Spirit Education Trust) y aspira continuar su formación para obtener las acreditaciones en los niveles siguientes. Este enfoque además de ampliar la oferta de La Guarida, también preservar su esencia honesta y comprometida. Aunque no planea aumentar su capacidad, Andrés visualiza un futuro ambicioso: la creación de La Guarida Insular, Costa y Oriente, espacios que llevarán la experiencia única de La Guarida a distintas regiones de Ecuador, siempre respetando los valores que han definido su camino.
Javier Ortiz
Soy ingeniero en telecomunicaciones y diseñador gráfico con más de 25 años de experiencia en el ámbito editorial y de desarrollo web. Mi formación abarca estudios en gastronomía, artes plásticas, Física y Tecnología de redes CISCO, lo que me ha permitido desarrollar una visión integral y multidisciplinaria en todos mis proyectos.
A lo largo de mi carrera, he tenido la oportunidad de desempeñarme en roles de Gerencia de Marketing y coordinación de publicaciones tanto en el ámbito académico como en el comercial. Mi pasión por la gastronomía y el turismo de Ecuador me ha llevado a coordinar múltiples proyectos digitales para su promoción, buscando siempre resaltar las maravillas culinarias y turísticas de nuestro país.
Además de mi trabajo editorial, soy un entusiasta de la tecnología blockchain y web3, áreas en las que continuamente me actualizo y busco integrar en mis proyectos. Como artista plástico, encuentro en el arte una forma de expresar mi creatividad y aportar una perspectiva única a cada uno de mis trabajos.
Actualmente, soy el director propietario de la agencia de publicidad digital Javier Ortiz Soluciones Digitales, donde lidero un equipo comprometido con la innovación y la excelencia en cada proyecto. En Buen Gusto Magazine, aplico toda mi experiencia y conocimientos para ofrecer contenido de alta calidad que refleje la riqueza gastronómica y cultural de Cuenca y Azuay.