
URKU, cerveza con raíces del Austro y espíritu de aventura
En medio de la incertidumbre que marcó los días de la pandemia, surgió una idea que pronto se convertiría en una marca con alma. Así nació URKU, una cervecería artesanal que representa una filosofía de vida.
Sus fundadores, Catalina Chacón y Carlos López encontraron en la elaboración de cerveza una forma de unir dos pasiones: la búsqueda de nuevos caminos y la conexión con la naturaleza. “Todo empezó por nuestra afición a recorrer cerros y montañas. Esa sensación de subir más alto, de descubrir algo distinto en cada paso, queríamos llevarla a la cerveza”, relatan.
Lo que inició como un proyecto de supervivencia, pronto se transformó en una propuesta sólida. Amigos y conocidos fueron los primeros en probar sus creaciones, y la buena acogida los impulsó a seguir aprendiendo, mejorando y creciendo.
Hoy, cada lata de URKU cuenta una historia: la de un proceso en el que se aprende, se cambia y se evoluciona.
Filosofía cervecera: autenticidad y evolución constante
Para URKU, la cerveza es más que un producto: es una experiencia. A diferencia de las cervezas industriales, donde la uniformidad es la regla, URKU apuesta por la autenticidad y el cambio.
“Cada receta es fruto de ensayo, error y mejora continua. No buscamos fórmulas inmutables, sino estilos que transmitan identidad”, explican sus creadores.
Esa búsqueda constante se refleja también en su narrativa. Cada estilo está vinculado a una constelación —símbolo de exploración y conexión— que representa el espíritu aventurero de la marca.
Detrás de cada etiqueta hay una historia que evoca la comunidad, el descubrimiento y la alegría de compartir. URKU convierte la cerveza en un mapa simbólico: una invitación a brindar por el sabor, pero también por el camino recorrido para alcanzarlo.
Raíces e ingredientes del Austro
El entorno natural del Austro ecuatoriano no solo inspira la filosofía de URKU, sino que también da vida a sus sabores.
El agua —proveniente de las montañas y cerros que rodean la región— es la base de su identidad. A ello se suman ingredientes locales como miel de abeja, frutas de temporada (mango, maracuyá) y especias como el coriandro, que aportan matices únicos y evocan la memoria de la tierra.
“Creemos que la cerveza debe contar la historia de donde nace. Cada ingrediente es un vínculo con la comunidad y con nuestras raíces”, explican.
Esa conexión convierte cada trago en una experiencia sensorial que refleja la riqueza del territorio y la esencia de su gente.
El desafío de crecer desde lo artesanal
El nacimiento de URKU durante la pandemia marcó un punto de partida lleno de retos. Emprender en un contexto económico incierto y en una región donde predomina lo industrial fue una prueba de resistencia y visión.
El mayor desafío, cuentan, ha sido educar al consumidor y abrirle la puerta a nuevas experiencias: mostrar que la cerveza es cultura, una invitación a disfrutar, conocer y valorar los procesos detrás de cada estilo.
También han enfrentado dificultades logísticas, desde la obtención de insumos hasta el desarrollo de infraestructura. Pero cada obstáculo ha sido parte del aprendizaje. “En URKU creemos que cada dificultad forma parte del camino. Como al subir una montaña, se requiere paciencia y constancia para llegar a la cima”, comenta Carlos.
Una visión que mira hacia el futuro
URKU se proyecta como una marca que evoluciona sin perder su esencia artesanal. Su propósito es claro: seguir creciendo con autenticidad, creatividad y constancia, expandiendo su alcance sin renunciar a su filosofía.
Los fundadores visualizan un futuro prometedor para la cultura cervecera del Austro. “Estamos en un momento clave. Cada vez hay más apertura e interés por lo artesanal. Soñamos con una región reconocida por su ruta cervecera, donde cada marca aporte su voz y su estilo”, aseguran.
En ese sueño colectivo, URKU quiere ser un referente que inspire a seguir explorando, creando y compartiendo.
Una cerveza que invita a mirar más alto
URKU es una historia de evolución, comunidad y raíces.
Cada lata es un recordatorio de que la vida como la buena cerveza se disfruta mejor cuando se avanza con propósito y se reconoce el camino recorrido.
Puntos de venta:
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Katherine Barros
Soy una apasionada de la comunicación y el marketing, con más de 10 años de experiencia en la creación de proyectos que combinan cultura y responsabilidad social. A lo largo de mi carrera, he dirigido un libro educativo y gestionado relaciones públicas para iniciativas culturales como el Festival Internacional de Música Académica Contemporánea y la revista Tasty Cuenca. Además, fundé un estudio enfocado en responsabilidad social, lo que refleja mi compromiso con el bienestar de la comunidad.
En mi rol actual como directora comercial de Buen Gusto Magazine, mi enfoque está en destacar la gastronomía, la cultura y el turismo de Ecuador, aplicando mi experiencia para crear conexiones valiosas y contar historias que resuenen con las personas. Mi enfoque no solo está en desarrollar estrategias, sino en promover el impacto positivo a través de la comunicación.
Soy una firme creyente en el aprendizaje continuo y en la creación de vínculos genuinos. Valoro profundamente el poder de compartir momentos especiales a través de la comida con amigos y familia, y ese espíritu de conexión lo reflejo en todo lo que hago, tanto en mi vida personal como profesional.
"A través de la comida, creamos recuerdos, transmitimos emociones y celebramos la unión."









